Archivos diarios: diciembre 15, 2011

JORGE LUIS SÁNCHEZ A PROPÓSITO DEL POST DE GUSTAVO ARCOS

Juan Antonio:

Casualmente, por estos días me siento aborrecible. Padezco del síndrome de la croqueta. Esa fatalidad de estar entre acorazadas tapas de pan ejerciendo cada una su cuota de fuerza, mientras la croqueta queda ahí, a merced del centro, soportando dentelladas. Por culpa de esa imagen impotente me animo a escribirte, después de leer las ideas de Gustavo Arco publicadas en tu blog, específicamente las contenidas en el último párrafo, pues hace unos cuantos años sugerí la estratégica conveniencia de diseñar este tipo de evento.

Cuantitativamente, en aquellos años la producción de cine del ICAIC era inconstante y era una verdad que la idea no tendría mucho sentido. Ahora cuando crecientes fuerzas producen filmes, se necesita de un espacio convenientemente lúcido para remover conceptos sobre cada esfuerzo que terminamos convirtiendo en largometraje de ficción, documental y animado.

En medio de un país que quizás debe estar celebrando entre anual, y bianualmente, más de una decena de Festivales y Festivalitos sobre cine, ninguno está diseñado para confrontar y exhibir tonos y matices de toda la producción nacional. Los perfiles de esos eventos, legítimos, alientan intereses específicos según sus objetivos.

Si verdadera, y sosteniblemente, aumenta la producción cuyo principal contrasentido es que el dinero que pagan los espectadores en taquilla no sirve todo lo que debiera para invertirlo en la producción de un filme, urge esa idea que ahora reactualiza Gustavo. No apoyaría una vitrina, si no lúcidos espacios para debatir sobre una variedad de cruciales asuntos que, al menos yo, croquetamente hablando, no acabo de encontrar donde ventilarlas. Aunque escribo por mi, no creo que sea diferente para el resto de los que hacemos cine. Y hay ríos revueltos. Desafueros. Cansancios. Desconciertos. Suplantaciones. Cansancios.  Avestruces. Ignorancias. E ideas sobre el fin de una institución sin siquiera tener en cuenta la opinión de los cineastas; las croquetas. Aclaro que cuando escribo cineastas no estoy refiriéndome únicamente a los directores, sino a todos los artistas que intervienen en el proceso de creación del filme.

Frente a la dispersión, el diálogo. Escucharnos sobre las formas de producción, la tecnología, la dramaturgia, el tipo de cine que hacemos, los públicos, la crítica, la diversidad, la proyección internacional de lo que hacemos, el mercado, qué no es cine cubano, qué no es cine latinoamericano, la piratería, entre muchísimas cuestiones de actualización y supervivencia para el cine cubano todo, incluyendo algo tan aparentemente lejano como que en Cuba se acabe de legislar una Ley de Cine.

Sirva de ejemplo como va durando la inercia con que seguimos esperando del público el apoyo en taquilla a nuestro cine. Es una garantía que creemos eternamente renovable, pero que puede gastarse mientras nuevos y viejos obstáculos acechan como para que los cubanos no pongan un pie en una sala de cine.

Si como parece, que próximos filmes por estrenar sacarán nuevamente a los cubanos de sus casas, avivemos con luz larga esa saludable cresta, tan necesaria entre los cineastas, los espectadores y la cultura de este gran país.

 

Jorge Luis Sánchez