El Stillman en el cine cubano

José Luis Rodríguez (Tom Mix)

Hoy queremos dejar inaugurada en la ENDAC una nueva categoría, que aspiramos crezca con las contribuciones de todos los amigos del sitio: la de los Stillmen o Fotógrafos de Foto Fija del cine cubano.

Hasta el momento, solo conozco una investigación que saca del olvido a estos indiscutibles artistas del universo cinematográfico. Hablo del hermoso texto “La nostalgia del instante: el stillman en el cine cubano”, de Alicia García García, publicado en el Tomo 3 de las Coordenadas del cine cubano (Editorial Oriente), donde en algún momento la investigadora escribe esto:

“Sin embargo, aunque generalmente los créditos del stillman aparecen en pantalla, se excluyen en los juegos de fotos y, por consecuencia, quienes realizan esta profesión mantienen el status de artistas anónimos de la fotografía en el cine cubano”

El espléndido trabajo investigativo de Alicia se remonta hasta los tiempos del cine silente, rescatando la figura del prestigioso fotógrafo Jaime Gispert, encargado de hacer la foto fija del filme La manigua o la mujer cubana (1915), de Enrique Díaz Quesada, o Casi varón (1926), de Ramón Peón. O ya con el cine sonoro pre-revolucionario nombres como los de Fernando Lezcano, Newton Estapé, Federico Buendía, Juan Díaz Quesada, Juan González Bonagas, entre otros.

Con la revolución de 1959, se crea el Departamento de Foto Fija (ICAIC), y esa es la página que vamos a presentar hoy. Pero la idea es que cada Fotógrafo de Foto Fija (lo mismo si trabajó en el período silente, sonoro pre-revolucionario o revolucionario) tenga su propia página con información biofilmográfica, y de ser posible, una galería de imágenes, la cual se conectaría a los filmes y biografías que ya están en la Base de Datos de la ENDAC. Por supuesto, nombres como los de José Luis Rodríguez (Tom Mix) y José Hernández Suárez-Solar (Pepe, el Loco) deben encabezar las futuras publicaciones que hagamos.

En el texto de Alicia encontramos una reflexión que debería inquietarnos a todos, al conectar el incesante desarrollo de las tecnologías digitales, con la suerte incierta de una cantidad inconmensurable de fotografías tomadas con los nuevos dispositivos; dice la ensayista:

“Cada vez se aprecia más la contradicción que existe entre la inmensa cantidad de fotografías que se pueden tomar con la cámara digital y su conservación. ¿Cuántas de estas imágenes llegan a nuestros archivos?, ¿cuántas se pueden almacenar, procesar y preservar adecuadamente cuando ha concluido el ciclo en que son utilizadas como medio de publicidad comercial? La política de selección, la dispersión y falta de medios para procesar, estudiar y conservar la foto fija más reciente resultan limitantes que debemos atender para no perder la continuidad del patrimonio fotográfico y cinematográfico en Cuba”.

Es en este sentido que la ENDAC se propone como plataforma que contribuya a reintegrarle al Stillman el indiscutible valor que tiene en nuestra gestión cultural, garantizando que pasado, presente y futuro, convivan de modo armónico en un único espacio.  

PD:

Aquí les dejamos con la página del Departamento de Foto Fija (ICAIC): https://endac.org/encyclopedia/departamento-de-foto-fija-icaic/


Departamento de Foto Fija (ICAIC)

Fecha de inauguración: Sin precisar, entre los años 1959 y 1965

Director fundador: Luis Vázquez

Comentario

“Surgió el Departamento de Foto Fija y entre sus fundadores estuvieron Mario García Joya y Pedro Rodríguez (Perucho) junto a otros fotógrafos con experiencia, como Jorge Haydú y Newton Estapé. Algunos de ellos permanecieron poco tiempo como stillmen, pues se inclinaron por la fotografía de cámara de cine y se convirtieron en prestigiosos directores de fotografía del cine cubano, entre ellos Mario García Joya y Jorge Haydú. Posteriormente se incorporó Luis Vázquez, quien dirigió el departamento hasta finales de la década de los noventa. En sus inicios estuvo subordinado a la Distribuidora Nacional de Películas ICAIC, más tarde pasó a formar parte del Departamento de Cámara, y por último pasó al Archivo Fílmico. Allí se archivaban las pruebas de contactos y sus negativos en sobres, con su identificación y adecuadas condiciones de climatización. En sus laboratorios se hacían los procesos de revelado e impresión de las fotografías tomadas, en su mayoría, por los stillmen José Luis Rodríguez (Tom Mix) y José Hernández Suárez-Solar (Pepe, el Loco), quienes se incorporaron en los primeros años de la década de los sesenta y han ejercido dicha profesión por más de cuarenta años. En sus inicios, además de realizar su trabajo en las filmaciones, cubrían eventos, exposiciones y visitas de personalidades y cineastas. Otros, como Mario García Joya (Crónica cubana, Las doce sillas, La muerte de un burócrata, Cumbite), Urbano Gutiérrez (Realengo 18), Rolando Dovo (Aventuras de Juan Quin Quin, Lucía), Jorge Haydú (Historias de la Revolución, cuento El herido, Cuba baila), hicieron la foto fija de unos pocos filmes, dejando impresa para siempre la mirada del artista.

Habitualmente, la dirección del ICAIC, junto al director del filme y al stillman, después de mirar los contactos, discutía y seleccionaba las fotografías destinadas a la promoción cinematográfica. Se hacían un promedio de ochenta fotografías de cada filme. Se tiraban tres fotos de una misma imagen para prevenir la pérdida de alguna de ellas en caso de sufrir algún accidente en el proceso de revelado. Los créditos que se incluían en los positivos se hacían en el laboratorio del departamento con una mascarilla a línea, que se fotocopiaba y se sobreimprimía en las fotos escogidas. En la mascarilla, diseñada previamente, se colocaban los créditos principales del filme.

El mecanismo de distribución de los juegos de fotos para la publicidad (en tamaño de 5×7, o 4×5, y 8×10 pulgadas, con negativos 120 mm o 35 mm) abarcaba a la Distribuidora, a la Exhibidora y al Centro de Información del ICAIC, donde Amelia Iglesias –responsable de la atención a los periodistas- las conservaba y las entregaba en las conferencias de prensa.

Los stills continuaron presentes en las operaciones de compra y venta de los filmes, en los mecanismos de distribución y, además, los diseñadores se servían de ellos para crear sus carteles, pressbooks, postales, etcétera.

Sin embargo, aunque generalmente los créditos del stillman aparecen en pantalla, se excluyen en los juegos de fotos y, por consecuencia, quienes realizan esta profesión mantienen el status de artistas anónimos de la fotografía en el cine cubano” (Alicia García García)


Fuente

Alicia García García. La nostalgia del instante: el stillman en el cine cubano. En Coordenadas del cine cubano 3. Editorial Oriente, Santiago de Cuba, Año 2014, pp 148-163.

Publicado el octubre 13, 2021 en Uncategorized. Añade a favoritos el enlace permanente. Deja un comentario.

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