Raimundo Hidalgo-Gato, actor
Hay intérpretes que se convierten en íconos de determinadas comunidades. Es el caso de Raimundo Hidalgo-Gato, un actor de teatro y cine fallecido en Miami en el año 2000, que, gracias a su magistral interpretación protagónica en El Super (1978), de León Ichaso y Orlando Jiménez Leal (la cual está basada en la pieza teatral homónima de Iván Acosta), legaría uno de los personajes más memorables de toda la historia del audiovisual cubano.
Hidalgo-Gato fue de los intérpretes que en los años setenta (junto a Orestes Matacena, Rubén Rabasa, Rolando Barral, por citar algunos), hicieron posible la producción de varias películas cubanas del exilio, las cuales nacieron bajo el espíritu inspirador del Centro Cultural Cubano de Nueva York, institución creada en el año 1972 por Iván Acosta, con el objetivo de preservar y estimular la creación cultural de los cubanos radicados en los Estados Unidos.
Hidalgo-Gato participaría en filmes como Los gusanos (1977), de Camilo Vila, Bla Bla Bla (1978), de Guillermo Álvarez Guedes, ¡Qué caliente está Miami! (1980), de Ramón Barco, y Guaguasí (1984), de Jorge Ulla, pero fue con El Super que, definitivamente, consiguió construir un personaje que trasciende en el tiempo.
Su personaje de Roberto, como otras veces he comentado, puede ser una de las personas que el Sergio de Memorias del subdesarrollo (1968), de Tomás Gutiérrez Alea, despide en el aeropuerto al principio de esa cinta en La Habana. Diez años después lo encontramos en Nueva York, lidiando con una cultura ajena, un clima gélido que lo paraliza, un idioma inglés que lo hace sentir más extraño y aislado en el contexto, y que vive añorando la isla, esa donde muere la madre que no ha podido despedir, y de la que se trajo la imagen protectora de la Virgen de la Caridad del Cobre.
El exilio cubano ha tenido en Celia Cruz o Andy García, por citar apenas dos de sus grandes ídolos, el paradigma perfecto de lo que pudiera ser la narrativa del éxito. Pero el Roberto de Raimundo Hidalgo-Gato encarna, a mi juicio, la humanización impecable del cubano que se aleja de su patria.
Lo que nos entregó el actor, con su caracterización e interpretación, no describe las excepciones que vendrían a ser aquellos que triunfan, y alcanzan posiciones destacadas dentro del nuevo entorno en que se han insertado, sino en todo caso, nos regala un retrato entrañable de ese cubano común que ha dejado (y sigue dejando) todo atrás, mientras busca mejorar su vida y la de los suyos.
Cierto que a estas alturas ha quedado lejos esa representación más bien precaria del exilio, donde se solía representar el mismo a partir del desarraigo y la pérdida de la identidad nacional. Hoy sabemos que el exilio es una suerte de arca policromada, donde podemos encontrar a la cultura cubana también enriquecida con modalidades insospechadas.
Curiosamente, apenas existe información biográfica de Raimundo Hidalgo-Gato: ¿dónde y cuándo nació? ¿cómo se formó? ¿cómo llegó a los Estados Unidos? ¿cómo se desarrolló allí su carrera profesional? Falta mucho por saber de este actor inmenso, pero por suerte ha dejado a la vista ese monumento impresionante que sería su personaje en El Super. (Juan Antonio García Borrero).
Filmografía
Los gusanos (1977), de Camilo Vila
Bla, Bla, Bla (1978), de Guillermo Álvarez Guedes
El Super (1978), de León Ichaso y Orlando Jiménez Leal
¡Qué caliente está Miami! (1980), de Ramón Barco
Guaguasí (1984), de Jorge Ulla
Publicado el septiembre 19, 2021 en CINEASTAS EN LA DIÁSPORA. Añade a favoritos el enlace permanente. 1 comentario.
Raimundo Hidalgo-Gato era el hermano de mi abuela. Nunca lo conoci pero tenia mucha importancia en mi vida. Su apodo era «Mundito» o «Tio Super.» Gracias por escribir este hermoso articulo.