Adiós al blog

Hoy estoy cerrando un capítulo bastante extenso (e intenso) de mi vida intelectual: la del bloguero.

Justo el 25 de febrero, pero del 2007, publiqué el primer post del blog “Cine cubano, la pupila insomne”, el cual titulé “Otras maneras de pensar el cine cubano”. Como he contado varias veces, el blog surgió en medio de la llamada “guerrita de los emails”, y jamás pensé que pudiera estar activo tanto tiempo.

Surgió con la clara intención de defender mis puntos de vistas más personales, pero con el tiempo (y es lo que más satisfecho me deja del mismo) se convirtió (como diría Lezama), en una plataforma “aglutinante e irradiante”, gracias a las complicidades de muchos.

La imagen que me gusta usar para hablar del blog es la de un café público dentro de un tren de cercanías en constante movimiento, con personas que llegan de todas partes con las más encontradas ideas, y que consiguen construir un ambiente de intercambio civilizado donde no predomina la soberbia de quienes creen que ya lo saben todo, sino la curiosidad de quien busca lo que no conoce.  

Ningún blog cambia la realidad de la que somos parte (creo que en su época de más apogeo los blogs estuvieron sobrevalorados, y la Historia los ha puesto en su lugar), pero sí puede cambiar a quien lo administra: a mí me ha enseñado a ser más tolerante con las opiniones de los otros, incluso cuando son radicalmente opuestas a las mías.

Lo otro que me ha enseñado el blog es a usar creativamente las llamadas tecnologías emergentes. De no haber existido el sitio, hoy no existiría la Enciclopedia Digital del Audiovisual Cubano (ENDAC). Y no habría experimentado la necesidad de explorar las potencialidades de todas esas herramientas que tenemos al alcance de las manos, y que, sin embargo, no usamos en función del bien público.

En cuanto a la recepción del blog dentro de la isla (que es donde me habría gustado hubiese tenido la mayor visibilidad), no puedo decir que haya sido nula. Al contrario: creo que no existe un sitio vinculado al audiovisual cubano donde puedan encontrarse un mayor número de polémicas protagonizadas por cineastas, críticos, y espectadores cubanos.

Pero el blog nunca ha conocido de un respaldo institucional. Al contrario. Recuerdo con mucha tristeza aquella ocasión en que se anunció que una de las emisiones del programa “Lente Joven” entrevistaría a varios especialistas para que hablasen del blog, y faltando unas horas cancelaron, sin explicación alguna, su salida, a pesar de que ya estaba producido y listo para emitirse.

Como en otras ocasiones he hecho, preferí seguir de largo ante los censores de turno, proponiéndome nuevas metas. Creo que la mejor manera de superar a estos “creaticidas” circunstanciales es elevarnos por encima de sus miserias. Nadie que censure o que defienda esa práctica, podrá demostrar jamás que la censura es más útil que la libertad de expresión, pero al tener un poder temporal, crearán la impresión de que lo que hacen con tanto gozo es para siempre. Con estos oscuros sujetos, suelo tener a mano lo que Roberto Fontanarrosa escribía de modo genial: La historia lo juzgará. Pero tiene el mejor de los abogados: el olvido”.

De hecho, aquel programa no salió en la televisión cubana, pero se puede apreciar en Youtube. Y es lo que estoy compartiendo a modo de despedida, sin mencionar nombres, porque han sido demasiados los amigos que me han acompañado en esta aventura de quince años.

Lo más importante: que el audiovisual cubano nos seguirá convocando todavía durante un largo tiempo.

Juan Antonio García Borrero

Publicado el febrero 24, 2022 en BLOGOSFERA. Añade a favoritos el enlace permanente. 1 comentario.

  1. Gracias por tu incasable dedicacion a este proyecto sin el cual esto no se hace posible. Siempre trató el blog temas importantes. Desde el punto de vista del investigador ha si imprescindible.

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