Archivos diarios: septiembre 23, 2008

TODO SOBRE HUMBERTO SOLÁS

Nuestra última conversación, más o menos extensa, fue en la Terminal de Ómnibus de Camagüey, poco antes de despedirlo a mediados de marzo. Solás había decidido viajar solo a la ciudad, con el fin de coordinar lo que pasaría con la extensión del festival en esta provincia.

En la casa de Padre Valencia donde se alojó, tuvimos tiempo de hablar de mil cosas. Pude mostrarle el único ejemplar que tengo en mi poder de “Cine cubano de los sesenta: mito y realidad” (Editorial Ocho y medio/ Festival de Huelva), cuyo manuscrito le había enseñado meses antes en Benalmádena. Recuerdo que en aquel momento me dijo que lo leería, pero que sabía iba a causarle algo de tristeza.

Apenas un mes después regresó a Camagüey como parte del festival, pero allí ya fue difícil cruzar más de tres o cuatro palabras. Demasiados invitados. Demasiadas exigencias protocolares. Demasiadas autoridades por medio. Aún así, en “La Isabella”, un restaurante camagüeyano de comida italiana ambientado como un set, con fotos bellísimas de Isabel Santos (una de sus actrices fetiches), alcancé a decirle que Desiderio Navarro me había invitado a leer algo sobre el cine cubano y el quinquenio gris en el Centro “Criterios”.

Fue al único cineasta al que le confesé que me gustaría estuviera presente en la conferencia, sobre todo porque iba a hablar, desde mi punto de vista bien personal, de dos de sus películas (“Un día de noviembre” y “Cecilia”), y su impacto sobre la política cultural del momento. Me prometió que iría, y yo sé que si no hubiese estado por medio este asunto terrible de la salud, habría ido, probablemente para rebatir buena parte de todo lo que yo dijera.

Puedo asegurarlo porque Humberto Solás fue un hombre que nunca evadió la polémica intelectual. Al contrario, en demasiadas ocasiones fue el centro de la misma, pues, para Solás, “el artista no debe perder la oportunidad de influir positivamente en una trayectoria colectiva, ni hacer compromisos con el conservadurismo, con la pasividad, ni con la mentira, y si hace esto es que ha firmado un pacto con el diablo (…) Yo propongo la disolución de la doble moral, la plasmación sincera de nuestros criterios, y no veo en eso el menor riesgo de claudicación, sino, por el contrario la terapia, el saneamiento de la sociedad”.

Tuvo la suerte de que su obra fuera estudiada de una manera bastante exhaustiva aún en vida. Será difícil reunir en un solo volumen todo lo que se ha escrito, pues pareciera que para hablar de cine cubano fuese necesario aunque sea mencionarlo. En lo personal, recomiendo tres volúmenes: “Tras la huella de Solás”, de Luis Ernesto Flores González, “A solas con Solás”, de Rufo Caballero, y “A contraluz”, de Luciano Castillo, este último con testimonios valiosísimos de dos de sus colaboradores más habituales: Nelson Rodríguez y Livio Delgado. También hay un ensayo de Antonio Mazón Robau que me gusta mucho, donde el investigador aplica las consideraciones de Nietzsche en torno a lo apolíneo y lo dionisiaco, apoyándose en las figuras de Gutiérrez Alea y Solás.

Igualmente están varios artículos de Joel del Río, uno de sus exégetas más persistentes.

De cualquier forma, mientras preparaba la “Guía crítica del cine cubano de ficción”, cuyo prólogo escribió Humberto, pude advertir que aún permanecen esparcidas un gran número de entrevistas que, de reunirse en un libro (al estilo del que ha preparado Ambrosio Fornet con Titón), darían lugar a un texto de referencia insoslayable.

En varias de sus entrevistas, Solás se desmarcó de la simple pose de ocasión, para sumergirse en reflexiones que trascienden el marco de lo cinematográfico, y entran de lleno en el debate filosófico, o mejor aún, en la discusión crítica de su época. De esas entrevistas, siempre tendré a mano la que ofreció a Lucía López Coll, aparecida en “La Gaceta de Cuba”, y que creo que ha sido la única vez que un medio oficial ha publicado una opinión como esta que Solás emite:

“La izquierda cubana es muy poderosa y engloba la mayoría de la nación, pero hay que reconocer que no es homogénea y creo que los medios masivos de comunicación deben darle espacio a su diversidad y servir de instrumento para un debate y una polémica que partiendo de presupuestos más profundos, filosóficamente válidos, haga posible la legitimación de las aspiraciones de los diferentes grupos de la izquierda cubana antiimperialista, unida en lo fundamental, pero que tiene diferentes concepciones de cómo conducir la vida nacional. Yo creo que la Revolución es extraordinaria y que Cuba tiene la oportunidad de hacer la hazaña de devolverle al marxismo y a la voluntad socialista de estructuración de la sociedad el aliento y la dinámica que se perdió en los últimos decenios de vida del socialismo en Europa”.

Ese gran debate colectivo al que aspiraba Solás todavía está por realizarse, pero al menos sus películas (sobre todas las últimas), ayudaron a reconocer esa Cuba profunda, diversa, contradictoria, y humana, que suele estar ausente en los medios oficiales, pero a la que será preciso algún día aproximarse con la máxima sinceridad.

La obra de Solás seguirá generando interpretaciones diversas. Las nuevas generaciones seguramente encontrarán ángulos que hoy pasamos por alto. Y estoy seguro que ya la Cinemateca estará pensando en algún tipo de recopilación bibliográfica. Como un modesto aporte pongo a la disposición de los interesados algunas de aquellas referencias que ahora mismo tengo fichadas.

Desde luego que eso debe ser el cinco por ciento de lo que se ha escrito sobre Solás, pero la simple conciencia de que es un mundo lo que falta por investigar, puede ser un buen incentivo para subsanar las carencias. En realidad, más que un mapa total, lo que me interesa poner en evidencia es que Solás fue capaz de crear un universo descomunal donde solamente hay “seis grados de separación” entre la gente que lo habita.

Ese universo (como el real) se conecta entre sí de una manera misteriosa e invisible. Cada uno de los implicados va disertando por su cuenta, según sus propios intereses (sea Nelson Rodríguez hablando de edición, Livio Delgado de fotografía, Pichi de Gibara, Isabel Santos de actuación, José María Vitier de música, o Magaly Pompa de maquillaje), pero el denominador común es Solás. Siempre Solás.

Por otro lado, estas fichas bibliográficas no tienen las pretensiones científicas que fue capaz de imprimirle a su trabajo Luis Ernesto Flores González en su libro. En verdad me anima algo menos académico. El otro día leí en el blog “Ojo al texto” un comentario a uno de los post que colgué aquí. Alguien utilizó una imagen que me gustó mucho para referirse a los “post”. Los llamó “graffitis” en la blogosfera. Pues bien, más que fichas, estas referencias son “graffitis” en la blogosfera en honor a Humberto Solás.

Juan Antonio García Borrero

FILMOGRAFÍA:

LA HUIDA
(1959)/ 2’/ 16 mm/ Documental/ D: Humberto Solás.

CASABLANCA
(1961)/ 3’/ 35 mm/ Documental/ D: Humberto Solás, Octavio Cortázar/ Fotografía: José López/ Edición: Enrique Bravo Pollini.

Una visita al poético pueblo de Casablanca. Estudio sobre su viaje arquitectura. Material de la Enciclopedia Popular Nro. 4.

VARIACIONES
(1962)/ 14’/ D: Humberto Solás y Héctor Veitía/ Argumento: Joris Ivens, Humberto Solás, Héctor Veitía/ Narración: Nicolás Guillén Landrián/ P: Félix Puentes/ G: Humberto Solás y Héctor Veitía/ F: Jorge Haydú/ E: Caíta Villalón/ S: Departamento de Sonido del ICAIC.

Documental que describe la construcción de las Escuelas Nacionales de Arte en Cubanacán, La Habana.

“Se llevó a cabo un pequeño concurso de proyectos para hacer un documental, en el que el trabajo de Héctor Veitía y mío fueron seleccionados. Fue el documental Variaciones, sobre las escuelas nacionales de arte. Aquel documental había despertado un relativo interés. Era un momento fantástico, porque había recursos y todo estaba por hacer” (Humberto Solás).

RETRATO, EL
(1963)/ 15’/ Humberto Solás, Oscar Valdés/ Fotografía: Tucho Rodríguez/ Música: Leo Brouwer/ Edición: Nelson Rodríguez/ Actúan: Pedro Rentería, María Cristina Álvarez.

Un pintor en busca de inspiración persigue a una mujer imaginaria cuya imagen encuentra en un retrato, en una casa abandonada. Basado en un cuento de Arístides Fernández.

“El retrato fue mi tercer filme de corta duración durante el período de los sesenta. Significó un ejercicio de estilo que tuvo como premisa literaria un débil cuento, titulado igualmente, de uno de los más grandes pintores de este siglo, o sea, de Arístides Fernández. Hay en “El retrato” anuncios de mis obras posteriores, sobre todo en cuanto a cierta pasión por la elocuencia de las locaciones y también una desmesura propia del romanticismo tardío. Mi colaboración con Oscar Valdés fue en extremo simpática y contradictoria a la vez. A Oscar le interesaba de este filme, en todo caso, el espíritu de thriller que él podía elaborar con el cine que a él le apasionaba, o sea, el cine norteamericano de las décadas de los treinta y los cuarenta, y al cual rindió homenaje en sus grandes documentales realizados a posteriori. Por mi parte, yo estaba ya marcado por la experiencia europea y sobre todo la italiana, de manera que pienso de que, a pesar de que ello podría considerarse como una desventaja, supongo que “El retrato” me pertenece más a mí que a Oscar.” (Humberto Solás).

MINERVA TRADUCE AL MAR(1962)/ 15’/ D: Oscar Valdés, Humberto Solás/ P: Raúl Canosa, Alfredo del Cueto/ G: Oscar Valdés, Humberto Solás, Héctor Veitía/ F: Jorge Haydú, Gunther Haubold/ E: Nelson Rodríguez/ S: Marcos Madrigal, Virgilio Calvo, Raúl García, Germinal Hernández, Ricardo Istueta/ M: Roberto Valera/ Iluminación: Humberto Valera/ A: Irma Obermayer, Lorenzo Monreal.

Dos bailarines danzan a la orilla del mar, en este corto donde, según Solás, “contamos con un poema que escribió Lezama Lima para el documental, evidentemente porque no lo había visto”.

“Vinieron a verme unos jóvenes del ICAIC –Oscar Valdés, Humberto Solás y un joven de apellido Canosa- para pedirme que escribiera un texto para ese trabajo. El film estaba hecho ya. Asistí a una proyección y me pareció interesante como película experimental. Naturalmente, creo que si yo hubiera trabajado en contacto con Valdés y Solás desde antes, durante algunas fases de la realización, hubiera podido lograr una mejor adecuación temporal del poema y no me hubiera visto obligado a reducirlo después en función de la estructura de la película. Más tarde tuve ocasión de verla en el cine Rex y pude comprobar que el público asimiló muy bien tanto las imágenes como el poema. En fin, que el público tiene un poder de captación muy grande, pues esta es una película nada convencional. (…) Yo creo que el arte de experimentación, entendido en una dimensión profunda, es siempre contemporáneo del momento en que se produce y necesariamente consecuente con el pensamiento revolucionario. El cine surrealista es un ejemplo de cómo los artistas de cierta época lucharon con la imagen y lograron plasmar muchos contenidos de esa época. (…) En un país donde se producen profundas transformaciones, yo creo que el cine experimental puede contribuir a captar mucho de lo nuevo que surge en la sociedad. (…) Para mí, como para cualquier escritor, el cine constituye la posibilidad de ampliar el horizonte de la obra creadora. No sólo desde el punto de vista estrictamente literario, pues en toda fuente literaria existen elementos extraliterarios –elementos de época, históricos, por ejemplo- que pueden contribuir a la creación de verdaderos aciertos cinematográficos. En este momento yo estoy componiendo una antología poética y me sirvo de elementos extraliterarios que enriquecen el interés de ese trabajo. El nacimiento del cine marcó una nueva posibilidad a la expresión del hombre. Es en sí mismo un camino y recibe todos los aluviones que puedan enriquecerle sin quedar supeditado a ninguno. El cine ejemplifica la búsqueda eterna de la unidad por parte del hombre. Y todo lo que contribuye a la unidad del hombre son fuerzas nobles, que nacen ya destinadas a lograr esa unidad. Y todas las fuerzas que tienden a la dispersión y a la fugacidad son fuerzas dañinas. Y así desde Pitágoras hasta nuestros días” (José Lezama Lima).

EL ACOSO
(1965)/ 27’/ D: Humberto Solás/ P: Raúl Canosa/ G: Humberto Solás/ F: Luis García Mesa/ E: Caíta Villalón/ M: Roberto Valera/ S: Germinal Hernández/ Diseño de escenografía: Roberto Larrabure/ Asistente de dirección: Raúl Rodríguez, Inés Martiatu/ Actúan: Omar Valdés, Glenda Álvarez.

Tras la frustrada invasión por Playa Girón, uno de los invasores consigue escapar y es acogido por una campesina que ignora su identidad.

“El acoso significa un tímido acercamiento a la contemporaneidad intentando evitar los clichés que genera la ortodoxia. El personaje del infiltrado o del invasor está problematizado al igual que el de su amante y en ello encontramos ecos del cine del “deshielo” que se hacía en la antigua URSS por aquellos años y que me había impresionado favorablemente. “El acoso” también significa una línea estilística que continúa en “Un día de noviembre”, realizada varios años después y donde también insisto en una visión no festiva o adulterada de aquellas circunstancias. Son dos filmes de compromiso ético, y ambos, por diferentes razones, no los considero logrados.” (Humberto Solás).

MANUELA
(1966)/ 41’/ D: Humberto Solás/ P: Miguel Mendoza/ G: Humberto Solás/ F: Jorge Herrera/ E: Nelson Rodríguez/ S: Eugenio Vesa, Ricardo Istueta, Marcos Madrigal, Carlos Fernández/ Actúan: Adela Legrá, Adolfo Llauradó, Olga González, Luis Alberto García, Ruddy Mora, Flavio Calderín.

Un episodio en la lucha en la Sierra Maestra: la historia de una joven campesina, quien impulsada por su deseo de venganza personal, se une a los guerrilleros.

“De “Manuela” he hablado mucho ya y sólo me queda reiterar que mi contribución mayor fue la de desempolvar de cierto academicismo al cine cubano que se venía haciendo hasta aquel momento. Mi objetivo fue darle más autenticidad y frescura a las actuaciones y hacer la puesta en escena menos preconcebida o pesante. Claro que conté con un director de fotografía como Jorge Herrera, sin el cual esto hubiera sido muy difícil de lograr, ya que coincidía en estas inquietudes conmigo. (…) Está inspirado de cierta manera en un hecho real. Cuando estaba haciendo el trabajo de guión fui a la Sierra para documentarme. Mientras estaba en la Sierra Cristal hablaba a menudo con los campesinos, pues yo quería que la historia no partiese de bases utópicas. Un día me llevaron a una tumba donde había estado enterrada una combatiente que se llamaba La China. La historia de mi película está inspirada en la vida de esta muchacha. (…) Hice la película valiéndome de la improvisación. Nunca ensayamos nada. Sabía que Adela era una mujer vital y además había observado que tiene mucha voluntad. Se entregó a su trabajo. Fue muy interesante porque tenía que trabajar también con Adolfo Llauradó ya que permanecían casi siempre juntos en escena. Esto me obligaba a hacer un desdoblamiento de mi personalidad, puesto que tenía que trabajar por separado. Llauradó es un excelente profesional que ha trabajado con una serie de directores de gran experiencia, y por lo tanto mi trabajo con él tenía un carácter más racional. Sin embargo, el trabajo con Adela era muy diferente, se basaba diría yo en la pasión. Ella prácticamente nunca supo qué era lo que estaba haciendo durante la filmación. Yo le construía en cada caso una anécdota individual. Un ejemplo: la secuencia de ella y el chivato. Yo no quería que supiera que se trataba de un chivato, quizás temiendo que ella sacase toda una fraseología a propósito. Porque debo decir que no le daba texto a ella. Le dije que era un asesino. El trabajo lo hice siempre a partir de que ella reconstruyera o viviera efectivamente ciertas emociones. (…) La fotografía forma parte de un todo. No diría que es improvisada, precisamente. Es decir, se sabía de la necesidad de ciertos tonos, se sabía también que en la fotografía no iba a haber un solo encuadre evidente, que habría un encuadre sencillo, fresco. No quería, cuando Adela estuviera en primer plano, que fuera una foto bella, no quería una imagen bella; a veces, como ella es bella, me desvirtúa quizás un poco lo que aspiraba lograr, aunque, desde luego, no me quejo. Jorge Herrera tuvo mucho rigor en ese sentido, hizo un trabajo casi documental, inclusive en la batalla yo quería la imagen de un noticiero, como si la cámara fuera llevada por un fotógrafo de guerra. Se filmó la película en la Sierra Cristal, entre Baracoa y Baitiquirí, en toda esa parte que está cerca de Guantánamo. Herrera fue un colaborador admirable. Cuando vi los primeros “rushes” me di cuenta de que no tenía que ocuparme de la cámara prácticamente, que él comprendía todo lo que tenía que hacer. Su trabajo fue muy libre, gozó de una libertad absoluta. Tengo sin embargo, mis reservas en cuanto al trabajo de laboratorio. Me parece que la fotografía está un poco sobreexpuesta en la copia. Herrera buscó dar la luz cubana y en realidad nuestra luz es un poco cegadora.” (Humberto Solás).

PEQUEÑA CRÓNICA
(1966)/ 11’/ D: Humberto Solás/ P: Humberto Solás/ G: Humberto Solás/ F: Luis García, Rodolfo López/ E: Gloria Argüelles/ S: Eugenio Vesa, Raúl García.

Una mirada documental a la vida de una mujer que al perder a su única hija, se entrega al trabajo revolucionario.

LUCÍA (1968)/ 160’/ D: Humberto Solás/ P: Raúl Canosa/ G: Humberto Solás, Julio García Espinosa y Nelson Rodríguez/ F: Jorge Herrera/ E: Gloria Argüelles/ M: Leo Brouwer/ S: Ricardo Istueta, Raúl García, Leonardo Sorrell/ Actúan: Raquel Revuelta, Eduardo Moure, Eslinda Núñez, Ramón Brito, Adela Legrá, Adolfo Llauradó, Idalia Anreus, Herminia Sánchez, Silvia Planas, Flora Lauten, María Elena Molinet, Rogelio Blaín, Teté Vergara, Flavio Calderín, Aramís Delgado.

A través de la historia de tres mujeres, se describen tres épocas claves en el desarrollo de la nacionalidad cubana y de sus luchas de liberación. La Guerra de Independencia (1895), las luchas contra el dictador Machado (1932), y los primeros tiempos de la Revolución (años sesenta).

“Mi filme “Lucía” es siempre un diálogo sobre el presente, ya que el pasado sólo actúa en la medida en que expresa los condicionamientos culturales, sociales y sicológicos que han definido nuestro particular estilo de vida nacional. Podría citar un ejemplo: uno de los propósitos fundamentales del filme es cuestionar una moral que sobrevive en amplios estratos de la población y que la realidad revolucionaria impugna. Esta idea se desarrolla a lo largo del filme, aunque éste se ocupe, en términos narrativos, de hechos que ocurran en cierta medida durante el pasado. El tema está expresado en función del presente y los datos que se proporcionan, ya nos lleguen de las postrimerías del siglo pasado o de la década de los treinta, están condicionados a la efectividad con que actúen dentro de un solo propósito: demostrar la incompatibilidad, la contradicción, el carácter frustrante de la moral tradicional, arcaica, dentro de la gesta revolucionaria. (…) El aislamiento y no la interacción, ha sido una de las características inherentes de las diferentes culturas nacionales del mundo latinoamericano. El más importante de los incentivos que me planteó el filme fue, sin lugar a dudas, buscar un modo de expresión nacional, que de genuino, trascendiera el ambiente isleño y se insertara como aspecto de un modo de expresión latinoamericano.” (Humberto Solás)

“´(…) a mí no se me debe preguntar sobre lo que yo pienso de mis películas, porque soy el mayor detractor de ellas. Pero creo que “Lucía” es una película muy irregular… dicen que es un clásico, bienvenida sea la aseveración; la conciencia la tengo porque me lo dicen. De todas maneras es una película en la que, si yo la analizo con severidad y con una cierta intensidad, descubro demasiados errores y hay cosas que me gustaría hacer de nuevo. Es un momento de cristalización… Pero esa insatisfacción no provoca axiomáticamente que tú hagas una película mejor ni peor, porque la vida no es así. Ojalá fuera así, porque sería una buena fórmula: ¿estoy insatisfecho?, quiere decir que la que viene ahora es mejor… y no ha sido exactamente así. De todas maneras “Lucía” tiene momentos de los cuales estoy orgulloso, momentos, secuencias, que realmente me sorprende que los haya realizado. Se combinaron muchos factores que favorecieron que la pudiera hacer y gracias a ello surgió la película. También era el momento histórico, un momento muy bonito, un momento en que surge también “Memorias del subdesarrollo” (Humberto Solás).

CREAR DOS, TRES
(1970)/ 8’/ Dirección y guión: Humberto Solás/ Producción: Ángel Cuzán/ Fotografía: José Tabío/ Edición: Nelson Rodríguez/ Sonido: Ricardo Istueta/ Iluminación: Carmelo Ruiz.

Representación escenificada de la participación de la juventud mundial en las luchas de liberación.

UN DIA DE NOVIEMBRE
(1972)/ 95’/ Dirección: Humberto Solás/ Argumento y guión: Humberto Solás, Nelson Rodríguez/ Producción: Humberto Hernández/ Fotografía: Pablo Martínez/ Edición: Nelson Rodríguez/ Sonido: Jerónimo Labrada/ Música: Leo Brouwer/ Maquillaje: Magaly Pompa/ Actúan: Gildo Torres, Eslinda Núñez, Raquel Revuelta, Silvia Planas, Alicia Bustamante, Miguel Benavides, Omar Valdés, Miriam Learra, Luis Otaño, Rogelio Blaín, Jorge Fraga, Delia Aragón.

Una dolencia aparentemente fatal, conduce a Esteban, un hombre aún joven, a revisar su vida como revolucionario y sus relaciones humanas. El reencuentro con amigos y compañeros del clandestinaje no lo satisface, como tampoco la relación amorosa que inicia. Un diálogo con un combatiente herido le devuelve la confianza y lucidez.

“Un día de noviembre constituyó un impasse. Yo había querido realizar un filme denso y contenido, ajeno a paroxismos y próximo a una literatura reposada. Quise una obra de reflexión en un tiempo sutil y hasta anodino. Pero mis filmes habían tenido una estructura musical, casi visceral en sus oberturas, adagios y fortes. Realmente no estaba preparado para renunciar a esto. (…) Me cuesta trabajo siquiera imaginar hacer el remake de “Un día de noviembre”, pero si así ocurriese: 1) Haría un nuevo casting o un muy diferente reparto actoral, 2) eliminaría los elementos de autocensura en el guión, 3) la filmaría en color como yo quería, o sea, en tonos azulosos, grises y cobaltos… como era la ropa de trabajo de aquellos tiempos, 4) transformaría un tanto el concepto visual. Yo quise en aquel momento, hacer la crónica de la clase media urbana comprometida con la Revolución, a finales de la década del sesenta e inicios de los setenta, o sea, antes y después de la zafra de los Diez Millones y el Primer Congreso de Cultura. Si el filme estuvo censurado varios años es lógico de comprender: era el momento de la racionalización, por motivos “morales” e “ideológicos”, en el campo artístico y se anunciaba la implantación del modelo del “realismo socialista” por todas partes y hasta en el ICAIC, que a pesar de una reticencia casi generalizada tuvo sus adeptos… Fueron, como después en los noventa, los años más duros”. (Humberto Solás).

SIMPARELÉ
(1974)/ 30’/ Dirección: Humberto Solás/ Producción: Orlando de la Huerta/ Fotografía: Livio Delgado/ Edición: Nelson Rodríguez/ Sonido: Ricardo Istueta/ Efectos especiales: Roberto Miqueli.

La música, el canto, la poesía, el teatro y la danza se mezclan para narrar las luchas del pueblo haitiano desde finales del siglo XVIII hasta el presente.

CANTATA DE CHILE
(1975)/ 119’/ Dirección: Humberto Solás/ Guión: Humberto Solás. Con la colaboración de Patricio Manns, Alberto Santana, Manuel Payán, Orlando Rojas, Jorge Herrera/ Producción: Orlando de la Huerta, Camilo Vives/ Fotografía: Jorge Herrera/ Edición: Nelson Rodríguez/ Sonido: Ricardo Istueta/ Música: Leo Brouwer/ Asistencia de dirección: Orlando Rojas, Lázaro Buría/ Actúan: Nelson Villagra, Shenda Roman, Eric Heresmann.

Los obreros calicheros del norte de Chile que organizaron una huelga en 1907 para pedir mejores condiciones de vida, fueron masacrados por la oligarquía gobernante. A partir de esos sucesos se muestra el proceso de lucha del pueblo chileno, desde la heroica resistencia araucana al colonizador español, hasta el actual enfrentamiento del pueblo chileno a la junta fascista.

“Cantata de Chile, representó el desafío de aunar al alto compromiso ideológico formas de expresión que tradujesen la novedad de unas ideas políticas que yo me sentía incapaz de expresar dentro del marco de la tradición. Lo considero mi filme más corrosivo y provocador. Una aventura lingüística exenta de temores. No sabía que podía pasar con aquello que creaba día a día, era incapaz de etiquetar esta experiencia y no me desazonaba la duda ante el resultado final. Es de mis filmes el más polémico” (Humberto Solás).

NACER EN LENINGRADO
(1977)/ 10’/ Dirección: Humberto Solás/ Fotografía: Julio Valdés/ Edición: Nelson Rodríguez/ Sonido: Carlos Fernández/ Voces: Daisy Granados/ Trucaje: Jorge Pucheaux.

Ceremonias de inscripciones de nacimientos en Leningrado, en los que representantes del Soviet Supremo de la ciudad hacen entrega de medallas y documentos alegóricos.

WILFREDO LAM
(1979)/ 45’/ Dirección y guión: Humberto Solás/ Producción: Guillermo García/ Asistente de dirección: Dolores Calviño/ Fotografía: Jorge Herrera/ Edición: Nelson Rodríguez/ Sonido: Ricardo Istueta/ Música: Leo Brouwer/ Elenco: Eslinda Núñez, bailarines Conjunto de Danza Moderna.

Aspectos destacados de la vida y obra del pintor cubano, una de las figuras cimeras de la plástica universal contemporánea. Testimonio y reflexión del artista. Mediante reconstrucciones alegóricas la utilización de la danza, el filme expresa un mundo plástico de infinitas sugerencias.

CECILIA
(1981)/ Cuba-España/ 168’/ Dirección: Humberto Solás/ Guión: Humberto Solás, Nelson Rodríguez, Jorge Ramos, Norma Torrado/ Producción: Humberto Hernández/ Fotografía: Livio Delgado/ Edición: Nelson Rodríguez/ Sonido: Ricardo Istueta, Leonardo Sorrel, José Borrás, Héctor Cabrera/ Música: Leo Brouwer/ Actúan: Daisy Granados, Imanol Arias, Raquel Revuelta, Miguel Benavides, Linda Mirabal, Gerardo Riverón, Eslinda Núñez, Nelson Villagra, Antonia Valdés, Alicia Bustamante, César Evora, José Antonio Rodríguez, Omara Portuondo, Alfredo Mayo, Alejandro Lugo, Enrique Almirante, Mayda Limonta, Angel Toraño, Hilda Oates.

Grandielocuente fresco de La Habana, en la primera mitad del siglo XIX, inspirado en el clásico de Cirilo Villaverde, sobre los amores de una bella mestiza que ambiciona llegar al mundo de los aristócratas blancos y un joven criollo, nihilista y contradictorio. La tortuosa pasión traducirá el esplendor, la penuria y el caos de una sociedad esclavista condenada a desaparecer ante el vórtice de sincretismos culturales y raciales que van conformando el surgimiento de una nación a través de su lucha por la independencia.

“Cecilia me parece que es mi mejor película. Es la más estudiada y la que fue hecha con más rigor. Claro, uno siempre defiende al hijo que ha sufrido más, y quizás puede ser esto. Sin embargo, es una película que significó un esfuerzo muy grande. (…) Yo me identifico más con el serial de seis horas. Se han hecho varias versiones, una de dos horas para consumo internacional, otra de cuatro para Cuba, y otra reedición de la versión internacional. Pero el serial es la versión más completa. El desenlace, que en la película dura diez minutos, en el serial dura cuarenta y cinco. Es mi película preferida, sobre todo por el hecho de que significó replantear la libertad del creador. Fue un ejercicio de libertad del creador. Fue un ejercicio de libertad para mí. “Cecilia Valdés” es un clásico, sí, pero es un clásico con el cual yo no me identifico a estas alturas del siglo, y lo remodelé a mi gusto. Fue un ejercicio de libertad muy fuerte que me costó muy caro, pero como posibilidad con antecedentes en el mundo entero, significó ejercer el derecho a la libertad creativa.” (Humberto Solás).

AMADA
(1983)/ 105’/ Dirección: Humberto Solás, con la colaboración de Nelson Rodríguez/ Fotografía: Livio Delgado/ Edición: Nelson Rodríguez/ Sonido: Carlos Fernández/ Eslinda Núñez, César Evora, Silvia Planas, Andrés Hernández, Oneida Hernández, Gerardo Riverón, Mónica Guffanti, Georgina Almanza, Elio Mesa, Fela Jarr.

Basada en la novela “ La esfinge” del Miguel del Carrión, adaptada por Nelson Rodríguez, cuenta la historia de Amada, burguesa conservadora, aferrada a obsoletos valores y Marcial, joven inconforme que tratará de arrancarla inútilmente, de un mundo que carece ya de significado. Es la Habana de 1914, y la Primera Guerra Mundial ya ha estallado y se viven en Cuba días de zozobra y frustración. Música de Leo Brouwer, fotografía de Livio Delgado.

“Amada es una historia de amor, fundamentalmente. A través de ella intentamos dar la temperatura de una época de frustración, un momento en que las fuerzas populares no se han recuperado con la envergadura de los años veinte, luego de una guerra de independencia que la intervención norteamericana mediatiza. (…) Esta experiencia ha sido muy reveladora: nunca antes había hecho una película tan sencilla, con tal posibilidad de sosiego en pleno trabajo creador” (Humberto Solás).

UN HOMBRE DE EXITO
(1986)/ 116’/ Dirección: Humberto Solás/ Guión y diálogos: Juan Iglesias y Humberto Solás/ Producción: Humberto Hernández/ Fotografía: Livio Delgado/ Edición: Nelson Rodríguez/ Sonido: Carlos Fernández/ Música: Luigi Nono, Enrique Jarrín, Ernesto Lecuona/ Asistencia de dirección: Rubén Medina, Antonio Somoza/ Actúan: César Évora, Raquel Revuelta, Daisy Granados, Jorge Trinchet, Mabel Roch, Rubens de Falco, Carlos Cruz, Miguel Navarro, Angel Toraño, Angel Espasande, Isabel Moreno.

Enmarcada en el período que va desde los años treinta al cincuenta, el filme narra la historia de un joven ambicioso, que valiéndose de su capacidad de seducción y su falta de escrúpulos, logra una brillante carrera social y política. Al mismo tiempo se desmoronan gradualmente sus vínculos familiares y afectivos, sacrificados en aras del oportunismo y la traición.

“Con “Un hombre de éxito” me he planteado hacer un filme histórico no sólo por la incidencia en el pasado, sino porque este puede estar vigente como polémica viva dentro de nuestra sociedad. “Un hombre de éxito” es también una obra de ruptura a nivel dramatúrgico en base a que yo me ocupo en este filme del personaje masculino y no del femenino. Esto ya había ocurrido con “Un día de noviembre”, que fue mi crónica de los años finales de la década del 60. Este filme se confirma para mí como un primer paso o transición a una nueva etapa en mi carrera. Etapa que definiría como menos complaciente y menos lírica. Menos complaciente porque no me siento convocado a la celebración y sí al cuestionamiento y a la polémica. Menos lírica, por tanto, o en todo caso de una lírica subyacente o inevitablemente explícita. Creo que por el momento abandono la música como la concebí antes, es decir, como resorte subrayante de emociones. Ahora la concibo como un componente conceptual, ligado a la historia que cuento, pero a la vez autónoma y participante con vida propia, con cerebro definido. Pienso que mi cine va a devenir más reflexivo y filosófico. No creo que podré renunciar al espectáculo, porque estoy demasiado enraizado en esta visión. Sí, un cine de espectáculo, pero sin las limitaciones de enfoque que supone la épica. O en todo caso, permitiéndole a la épica popular plasmar conceptos filosóficos que no se cercenen en virtud del ritmo o del interés convencional del público. El filme que yo quisiera hacer es un filme espectacular y filosófico a la vez. Una obra que ofrezca al espectador una esperanza a su insatisfacción y en la interminable búsqueda de alternativas. Es así como yo entiendo el concepto de progreso. (…) Yo quería para el protagonista al actor argentino Miguel Angel Solá, pero no pudo. Hubo momentos de crisis en que sentí que no tenía alternativa. César Évora en un principio iba a interpretar el personaje de David, el revolucionario, y pasó a hacer el otro. Está bien, es una sorpresa porque el público lo había encasillado. La imagen acostumbrada de César era la del hombre romántico, meloso, dulce, y entonces aquí tuvo que realizar un esfuerzo enorme de concentración, y creo que de verdad lo logró, a partir de que él no tiene nada que ver con ese personaje, ni aún como introspección, como psicología. Está muy ajeno a él. Es un trabajo actoral fuerte. En cuanto a Mabel Roch es su primera aparición. Es una mujer con unas perspectivas enormes en el cine porque tiene una cualidad física – además de sensibilidad y talento- que puede ser bella, anodina, es una mujer muy moldeable, un rostro muy moldeable. (…) Con relación al costo, la película da una impresión muy falsa. En realidad, tiene el presupuesto de una producción media cubana. Ahora, ¿ a qué se debe su apariencia?. Yo no tenía recursos para escenografía y vestuario, pero en el ICAIC, durante treinta años, y aunque en malas condiciones, se ha conservado un “stock” de vestuario y un “staff” de directores artísticos, escenógrafos y vestuaristas de mucho nivel. Hay personas que son puntuales, trabajadores que pueden estar en la industria más calificada. “Un hombre de éxito” se realizó con nada. Con la escenografía se hizo un trabajo de remodelación o decoración en las locaciones. Esto nos obligó a filmar en sesenta locaciones que suponían un cambio diario de rodaje con un aparataje de luminación enorme, porque el fotógrafo (Livio Delgado), que es un excelente técnico, tenía que trabajar con material Orwo, muy deficiente a nivel competitivo en el mercado. Para lograr una imagen con la definición visual, gradación de luz y sombra y la pigmentación que tiene la película, tuvimos que trabajar con toda esa parafernalia inmensa de iluminación, para iluminar mucho, y que él pudiera controlar el negativo y hacer como si estuviera trabajando con película superrápida. Por otra parte, hicimos la película en tres días menos de lo contemplado en el plan definitivo de producción, e incluso, ahorramos dinero. Es decir, fue una hazaña económica. Yo, desde luego, sé que detrás de eso está la experiencia de “Cecilia”, y toda la virulencia crítica alrededor del fenómeno “Cecilia” que, realmente, tampoco fue una película muy costosa. Costó alrededor de tres millones de pesos. Aquí se ha hecho cosas en la televisión mucho más costosas.” (Humberto Solás).

OBATALEO
(1988)/ 11’/ Dirección y guión: Humberto Solás/ Producción: Magali González/ Asistente de dirección: Antonio Somoza, Adalberto Rodríguez/ Fotografía: Julio Valdés, Carlos Félix Martínez/ Edición: Nelson Rodríguez/ Sonido: Carlos Fernández/ Elenco: Lázaro Ross, bailarines Grupo de Danza Manayabo, Comparsa de la Federación Estudiantil Universitaria, Danza Folclórica.

La música yoruba es parte fundamental del patrimonio cultural cubano. El grupo musical “Síntesis” ha recreado estas ancestrales canciones religiosas al fusionarlas dentro de la sonoridad del rock norteño. El resultado es una nueva eclosión rítmica de contagioso carácter danzario.

BUENDÍA
(1989)/ 14’/ Dirección y guión: Humberto Solás/ Fotografía: Livio Delgado/ Edición: Marucha Hernández/ Sonido: José León/ Dirección teatral y narración: Flora Lauten.

La Habana, década del 80. Surge “Buendía”, grupo teatral que propone innovaciones y descubrimientos a veces polémicos.

EL SIGLO DE LAS LUCES
(1992)/ Dirección: Humberto Solás/ Guión: Alba de Céspedes, Jean Caséis, Humberto Solás/ Producción: Miguel Mendoza, Dense Cassoti, Leonid Gomorin/ Fotografía: Livio Delgado/ Edición: Nicole Dedieu, Jean Pierre Rogues, asesoramiento para la versión cinematográfica, Nelson Rodríguez/ Sonido: Germinal Hernández/ Música: José María Vitier/ Actúan: Jacqueline Arenal, Rustam Urazaev, Francois Dunoyer, Fréderic Pierrot, Aléxis Valdés, Miguel Gutiérrez, Omár Valdés, Philippe Caroit, Jean Franval, Elvira Valdés, Eric Deshors, André Julien, Francoise Audolient, Patrick Massian, Tito Junco, Mireya Chapman, Dagoberto Gaínza, Carlos Padrón, Vicente Revuelta, Bernardo Menéndez, Nicolas Silberg, Omar Alí, María Magdalena, Jean Yves Martínez.

En La Habana colonial del siglo XVIII, tres jóvenes aristócratas llamados Sofía, Carlos y Esteban, descubren la vida en una época plena de singulares acontecimientos. En ello es determinante la presencia de Víctor Hughes, comerciante marsellés radicado en Port-au-Prince, quien incorporará a los jóvenes las ideas del Iluminismo francés y la Revolución. Y es debido a este encuentro que se producirán múltiples peripecias, que nos conducen del París Jacobino a un Caribe que se trastornará con los ecos del derrumbe del antiguo régimen. Adaptación de la conocida novela de Alejo Carpentier.

“La película es extremadamente difícil desde el punto de vista de la producción. Cuando se pretende llevar al cine todo el esplendor de las imágenes novelescas, las innumerables aventuras de sus personajes, las cuentas resultan muy frías. El problema radica en no atemorizarse con el libro, en no preocuparse por las comparaciones entre novela y filme que se puedan generar, o de lo contrario me paralizaría por completo. Sin dejar de ser fiel a la novela, creo que aportaré mi “traducción” personal, pues cada lector a la hora de concebir un ambiente o un personaje, ofrece interpretaciones no coincidentes con las que tenemos. Eso mismo va a pasar con la película y- es lamentable- algunos pasajes descritos por el autor, extraordinariamente rico en emociones y contenidos filosóficos, no los podré trasladar a la pantalla. En cuanto a los aspectos formales, la película mantendrá un movimiento ondulante, liberador, que rompa toda rigidez mediante desplazamientos constantes de la cámara; “un lujo” que reclama la novela con su perenne aire de paneo, de traslación, de circularidad en un tiempo que no crece y se devora a sí mismo. Pero esto no lo podría intentar si estuviera filmando todas las escenas en Francia, donde, a diferencia de Cuba, no pude utilizar a tiempo completo la grúa y los recursos técnicos apropiados. Por ejemplo, en territorio francés sólo empleé la grúa por cuatro horas, pues el precio de arrendamiento era tan alto que me habría visto forzado a retirar unos veinte extras a cambio de otras cuatro horas. Ahora más que nunca tengo clara conciencia de cómo el equipamiento técnico determina la estética de un filme y la conformación de un lenguaje ajustado a necesidades específicas. Cuando veo cine norteamericano, en muchas ocasiones me doy cuenta de que el supuesto “lenguaje moderno” (planos con telefoto sin movimiento de cámara) está determinado por los recursos económicos. (…) La experiencia social del siglo XVIII tiene una contemporaneidad extraordinaria. “El siglo de las luces” se ocupa de un momento en que la humanidad decide transformarlo todo y, por lo tanto, moviliza las fuerzas vivas no sólo en Francia, sino en el resto de Europa, y los ecos llegan a América Latina, al Caribe. Estamos ante acontecimientos históricos que posibilitan reflexionar seriamente sobre el vínculo, armónico o contradictorio, entre liberación social y comportamiento individual. (…) Víctor Hugues, Esteban, Sofía, Carlos, son personajes paradigmáticos de determinadas cualidades humanas que se ponen en juego -al rojo vivo- a raíz de las convulsiones sociales; en este caso, dentro de la apoteósica invasión de ideas que significaron el Iluminismo y la Revolución Francesa. Por eso, las opciones de búsqueda personal y las definiciones de cada uno de ellos adquieren un gran valor para mi contemporaneidad, como persona y como creador. Son existencias vinculadas, sincronizadas y desincronizadas a la vez, con la realidad social, lo que incita al análisis de la conducta individual tomando en cuenta los criterios, la filosofía y las necesidades de cada uno como ser humano. (…) Esta película establece con mi obra precedente una continuidad desde cualquier ángulo de apreciación, porque en definitiva propone un tema que me obsesiona desde siempre: la relación sociedad-individuo, hasta qué punto la evolución social frena, frustra o enriquece la vida de una persona. Me cuesta mucho trabajo hacer abstracciones del contexto y respeto a los autores que lo pueden hacer desde otras posturas: mi formación me obliga a concatenar estrechamente individualidad y circunstancias contextuales, Hombre e Historia, y El siglo de las luces es un material que me brinda esa posibilidad de manera insuperable.(…) Siempre he admirado a Carpentier, Fuentes, García Márquez, Vargas Llosa, Cortázar, pero el momento de ruptura que anunciaron los años sesenta a nivel mundial tiene una particular presencia en el cine, que no fue a la zaga del proceso de liberación de formas, de acercamiento a nuevos contenidos, ejercitado por los escritores. En los sesenta, directores como Pier Paolo Pasolini, Miklos Jancsó, Godard, Glauber Rocha o Nelson Pereira Dos Santos estaban haciendo obras que, sin los fuertes ecos publicitarios del boom, provocaban la reflexión en los cineastas de mi generación sin tener que acudir necesariamente a la literatura. Claro, ambos procesos estaban sincronizados, pero para mí fue más relevante encontrarme con las nuevas tendencias cinematográficas. (…) Creo que la postmodernidad, como concepto, es un tanto ilusoria. En la historia del arte, siempre que las formas se estrechan, se hacen ortodoxas y las escuelas se encasillan en definiciones terminantes, sobrevienen las rupturas, que bien les llamemos cubismo, dadaísmo o surrealismo, son expresiones del barroco, que nunca podrá verse como un estilo cerrado, sino como la necesidad de liberación permanente. El movimiento propio del barroco que es la curva, un cierto temor a la línea recta, ya está señalando un anhelo de romper el escolasticismo de las formas. En arquitectura se ve claramente: el siglo XX, mediante las experiencias de Le Corbusier y Van del Rohe, halló la solución del racionalismo arquitectónico. Los primeros resultados eran cautivadores, pero al convertirse esto en una industria de la mimesis y la repetición, tenemos monstruosas consecuencias en las ciudades contemporáneas, que han perdido personalidad al implantarse universalmente determinadas normas de construcción. Deviene así la asfixia, el lugar común, el pleonasmo al infinito, y entonces reaparece el barroco con su aire de desenfado y locura, su necesaria irregularidad, su afán de destruir las formas secas y reiterativas, en un ciclo sin fin. Si la postmodernidad se entiende como una visión crítica e irónica del pasado o el presente, de hecho debemos reconocer que existía ya un Godard, con Glauber Rocha. Siempre ha existido. Desde esa interpretación, Orson Welles fue un postmoderno, porque hizo trizas, con soluciones estéticas liberadoras, los esquemas tradicionales del cine norteamericano de los años cuarenta. Es decir, que resulta muy axiomática la definición de postmoderno, corriéndose el riesgo de caer en escolasticismos de nuevo tipo. (…) Lo barroco es la irrupción de lo nuevo cuando lo existente se convierte en caduco y decadente; pero hago la salvedad de que el concepto de decadencia es altamente cuestionable. El momento de la decadencia puede llegar a ser el esplendor de un estilo, la cristalización de las formas a un extremo paraxístico, cuando ya es imposible ir más lejos por los mismos caminos, con las mismas formas y estructuras de pensamiento.(…) El siglo de las luces, es la posibilidad única de hacer un filme que a la vez sirva de documento histórico y de sutil análisis de sicologías. Pocas veces en la literatura se ha dado un texto donde el ser humano aparezca tan complejamente imbricado en las redes de los acontecimientos. Es una Misa Mayor sobre la condición humana, sobre el destino de las ideologías y de las pasiones, sobre el ascenso, la decadencia y el reconocimiento de la voluntad de los pueblos” (Humberto Solás).

RETRATO DE LA HABANA
(1999)/ 4’/ Video digital/ Dirección y guión: Humberto Solás/ Producción: Gustavo Fernández/ Fotografía: Rafael Solís/ Dirección de arte: Erick Grass/ Edición: Pedro Suárez/ Sonido: Marcos Madrigal/ Música: Grupo “Síntesis”/ Asistencia de producción: Aldo Benvenuto/ Asistencia de dirección: Sergio Benvenuto.

GRAN CARIBE
(2000)/ 25’/ Dirección y guión: Humberto Solás/ Producción: Luis Lago/ Fotografía: Ernesto Granados/ Dirección de arte: Erick Grass/ Edición: Pedro Suárez/ Sonido: Marcos Madrigal/ Música: Grupo “Síntesis”.

Conjugando centros de interés históricos y recreativos con las instituciones culturales de mayor prestigio del país, ofrece la imagen corporativa de alta calidad y sello de distinción del grupo Hotelero cubano Gran Caribe.

MIEL PARA OSHÚN
(2000)/ Dirección: Humberto Solás/ Guión: Elia Solás, con la colaboración de Humberto Solás y Sergio Benvenuto/ Producción: Luis Lago/ Fotografía: Porfirio Enríquez, Tote Trenas/ Escenografía: Erick Grass/ Edición: Nelson Rodríguez/ Maquillaje: Magali Pompa/Música: Grupo “Síntesis”/ Sonido: Marcos Madrigal/ Actúan: Jorge Perugorría, Isabel Santos, Mario Limonta, Adela Legrá, Elvira Cervera, José Antonio Espinosa, Paula Alí, Mercedes Anaís, María Esther Monteluz, Gean Michael Fernández, Rita Limonta, Claudia Rojas, Susana Alonso, Saturnino García, Gabino Diego.

Roberto, joven cubano americano quien fuera llevado de Cuba ilegalmente por su padre cuando tenía siete años, regresa por primera vez a su país de origen. Su propósito fundamental es el reencuentro y confrontación con su madre, quien él cree que lo abandonó a su destino. Este viaje se convertirá también en un decisivo encuentro con su país y su verdadera identidad.

“Yo creo mucho en las circunstancias del momento del rodaje y de la realidad inmediata siempre que defiendas un objetivo temático y conceptual que no puede ser traicionado, pero que sí puede ser alimentado y enriquecido. Tampoco se trata de hacer un culto a la espontaneidad y a la improvisación, pues yo hago un trabajo de dirección artística muy profundo y detallado. (…) Quiero hacer un cine que no me permita prever las características ulteriores de su confrontación con el público. Un cine de liberación personal indiscutible, que ponga a prueba si realmente puedo sentirme como un individuo con verdadera identidad. (…) Se habla de crisis artística en el cine, y no voy a negarla. Pero sé que se trata de una crisis transicional, cuya evidencia nos propondrá su superación. Hoy día es bueno comenzar de nuevo, seguros de que la modestia el aprendiz asegurará la inminente facultad del maestro” (Humberto Solás)

BARRIO CUBA
(2005)/ Cuba- España/ Dirección: Humberto Solás/ Producción: Camilo Vives, Jorge Gómez y Santi Camuñas/ Guión: Humberto Solás; con la colaboración de Elia Solás y Sergio Benvenuto/ Fotografía: Carlos Rafael Solís/ Música: Esteban Puebla/ Edición: Nino Martínez Sosa/ Vestuario: Norma San Juan/ Interpretación: Luisa María Jiménez, Jorge Perugorría, Isabel Santos, Mario Limonta, Adela Legrá, Rafael Lahera, Ana Domínguez, Yeandro Tamayo, Ángel Toraño, Enrique Molina, Rubén Araujo.
Magalis (Luisa María Jiménez), Ignacio (Mario Limonta), Vivian (Isabel Santos), Miguelito (Rubén Araujo) y Santo (Rafael Lahera) son algunos de los personajes que pueblan “Barrio Cuba”. Seres que buscan su pedazo de felicidad en La Habana. Seres que apuran la vida, que se rebelan contra un destino incierto y se empeñan una y otra vez en encontrar una salida. La realidad les golpea, pero ellos nunca pierden la esperanza de un futuro mejor, de recuperar un amor, de superarse…

BIBLIOGRAFÍA (MUY) INCOMPLETA:

Alonso, Alejandro. Cecilia va en versión libre y clave simbólica. Juventud Rebelde 2 Nov ’80, p 10 (Comentario sobre el rodaje)

Alonso, Alejandro G. Cecilia: una película que a nadie deja indiferente. JUVENTUD REBELDE Jul’82, p 4 (Crítica)

Alonso, Alejandro. Cecilia. JUVENTUD REBELDE 2 Jul’82, p 4 (Declaraciones de Humberto Solás) //

Amada. BOHEMIA 75 (34): 24- 25; 26 ag. ’83 (Entrevista con Humberto Solás)

Arias Polo, Arturo. ¿Un director de éxito?. REVOLUCIÓN Y CULTURA (3): 68-69; mar. ’87

Azucena Isabel. Universales sin tiempo. Sofía y Esteban se lanzan a luchar. BOHEMIA 87 (12): 61; 9 jun. ’95.

Barba, Carlos. “Las luces de Humberto Solás” (Entrevista). En “Carpentier en el reino de la imagen”, de Luciano Castillo. Ediciones UNION, La Habana, 2006, pp 259-268.

Barba, Carlos. “Aún me siento Manuela”. Cine Cubano Nro. 160-161, pp 43-44.

Barba, Carlos. “Cine pobre: algo más que una ilusión”. Cine Cubano Nro. 160-161, pp 110-111.

Beltrán, Alejo. Manuela. GRANMA. 2 (222): 8; Viernes, 12 agos. ’66, foto. (Crítica)

Bernal Súarez, Guillermo. Amada. VERDE OLIVO 25 (28): 60; 19 jul ’84

Branly, Roberto. Cien años de amor. JUVENTUD REBELDE 6 Oct’68, p 5 (Comentario)

Branly, Roberto. Cien años de amor. JUVENTUD REBELDE 6 Oct’68, p 5 (Comentario)

Caballero, Rufo y Joel del Río. No hay cine adulto sin herejía sistemática. Revista Temas 3; Jul-Sept ’95, p 105.

Caballero, Rufo. “Rumores del cómplice”. Editorial Letras Cubanas, La Habana, 2000, pp 160-175.

Caballero, Rufo. Implosión en la catedral. Cine Cubano Nro. 141, p 78. 79 (Panórámica de la obra de Solás).

Caballero, Rufo. Habría que estar en mi piel. Revolución y Cultura Nro. 2-3/ 99, p 6.

Caballero, Rufo. A solas con Solás. En Lucía, guión y reflexión de un clásico en el cine cubano. Editorial Letras Cubanas, 1999.

Caballero, Rufo. Luces al sur de la frontera. JUVENTUD REBELDE 6 Dic’92, p 7 (Comentario)

Caballero, Rufo. “Erotismo y nación en el cine de Humberto Solás (La construcción de un diálogo”. Cine Cubano Nro. 167, pp 2-20.

Calderón González, Jorge. Un hombre en busca del éxito. Cine Guía (34): 3-5; mar- abr. ’87.

Castillo, Luciano. “Carpentier en el reino de la imagen”. Ediciones UNION, La Habana, 2006, pp 259-268.

Castillo, Luciano. Ninguna película es mía, pertenecen al director (Entrevista al editor Nelson Rodríguez). En “A contraluz”. Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2005, p 60

Castro, Enrique de. La otra Manuela. B (39): 76-77; sept 30 ’66 (Entrevista con la actriz principal).

Chanan, Michael. The Cuban Image. Cinema and Cultural Politics in Cuba. BFI Publishing, London 1985, p 292, 293.

Chijona, Gerardo. Cantata de Chile. Granma 19 Mar’76, p 4 (Entrevista con su realizador)

Chijona, Gerardo. Entrevista con Humberto Solás, realizador. Cine Cubano (91-92): 66-69; ’77.

Chijona, Gerardo. Cecilia o la búsqueda de lo nacional. Cine Cubano (102): 111-124; ’82 (Entrevista con Humberto Solás)

Colina, Enrique; Elvira Peláez. Humberto Solás. Granma 21 Dic ’77, p 4 (Entrevista con el realizador).

C, N (sic). Manuela. Bohemia (33): 80; ago ’66 (Crítica)

C. N (sic). Cine. Selección de películas cubanas. Bohemia (1): 36-37; ene 6 ’67.

C, N (sic). Manuela. Bohemia (33): 80; ago ’66 (Crítica) C. N (sic). Cine. Selección de películas cubanas. B (1): 36-37; ene 6 ’67.

Cossío, Nicolás. En torno al V Festival de cine latinoamericano. Bohemia (13): 18-27; 10 mar ’67.

Cossío, Nicolás. En torno al V Festival de cine latinoamericano. Bohemia (13): 18-27; 10 mar ’67.

Cossio, Nicolás. En el Festival de Cine de Moscú Medalla de Oro a Lucía. Bohemia 61 (31): 68-70; 1 ago 69

Daicich, Osvaldo. “Apuntes sobre el Nuevo Cine Latinoamericano”. Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, 2003, pp 157-165.

de la Hoz, Pedro. Cantata contra el fascismo. Bohemia (15): 28; 9 abr ’76 (Crítica)

de la Hoz, Pedro. Sin raíces todo está perdido. Granma 28 Agost’97, p 6 (Entrevista con el actor César Evora)

de la Hoz, Pedro. Concierto de las luces. Granma 9 Dic’92, p 7 (Sobre un concierto de Sergio Vitier con su música para el filme)

del Río, Joel. Más largo, mejor. JUVENTUD REBELDE 19 Nov ’95, p 13 (Comentario)

del Río, Joel. Luces pertinaces de un siglo. JUVENTUD REBELDE 28 May ’95, p9 (Crítica)

del Río, Joel. “Viaje iniciático, ofrenda imprescindible”. Cine Cubano 152, pp 1-3.

del Río, Joel. “Lamentos del suburbio: épica de la pequeñez”. Cine Cubano 159, Año 2006, pp 38-43 (Sobre “Barrio Cuba”).

del Río, Joel. “Sorteando los riesgos de la franqueza. Entrevista a Humberto Solás”. Cine Cubano Nro. 160-161, pp 66-75.

Del Valle Casals, Sandra. “Entrevista a José María Vitier”. Cine Cubano Nro. 166, pp 84-90.

Díaz, Elena. Lucía. Pensamiento crítico (42): 156- 165. Jul ’70 (Crítica)

Díaz Torres, Daniel. Lucía (I). GRANMA. 4 (249): 2; Martes 15 de oct ’68 (Crítica)

Díaz Torres, Daniel. Lucía (II). GRANMA. 4 (256): 6; Miércoles, 23 de oct ’68. (Crítica)

Diego, Eliseo Alberto. Cecilia entre la pluma y la pantalla. Caimán Barbudo (176): 10-11; ago ’82.

Diálogo con Humberto Solás. Bohemia (41): 30-31; oct 14 ’66 (Entrevista con el director)

Edgar Soberón, Fernando Martínez, Luciano Castillo. La voz de un hombre de éxito: Humberto Solás. Revista Unión 6, p 60-65.

Entrevista con Humberto Solás. Cine Cubano (36): 2-8; jul ’66 ilus.

Evora, José Antonio. Solás filma una nueva película. JUVENTUD REBELDE 4 Mar’86, p 4 (Comentario)

Fernández Coca, Teresa. Humberto Solás. Un cineasta y su obra. GRANMA. 4 (256): 6; Miércoles, 23 de oct ’68, foto (Entrevista con Humberto Solás)

Fernández Robaina, Tomás. “Un nuevo repertorio personal”. Cine Cubano 152, pp 72-74 (Reseña del libro “Tras la huella de Solás”).

Flores González, Luis Ernesto. Tras la huella de Solás. Ediciones ICAIC, Año 2000, p 21

Fornet, Ambrosio. “A propósito de A solas con Solás”. En “Las trampas del oficio. Apuntes sobre cine y sociedad”. Ediciones ICAIC, 2007, pp 213-215.

Galiano, Carlos. El reconocimiento a Cantata de chile…Granma 31 Jul’76, p 3 (Declaraciones del realizador).

Galiano, Carlos. Cecilia. Granma 3 Jul’82, p 4 (Crítica).

Galiano, Carlos. Cecilia (I). Granma 2 Jul’82, p 4 (Crítica).

Galiano, Carlos. Cecilia. Cuba. Internacional (155): 32-35; oct ’82

García- Espinosa, Julio. Nuestro cine documental. Revista Cine Cubano Nro. 23-24-25, pp 3-21

García Espinosa, Julio. La doble moral del cine. Editores Ollero & Ramos, 1996, p 101-103.

García Márquez, Gabriel. Declaraciones de …Cine Cubano (103): 18; ’82 (Acerca de la participación de “Cecilia” en el Festival de Cannes)

García Mesa, Héctor. Manuela. Cine Cubano (36): 1; jul. ’66

García Yero, Olga. “Gratitud a Adela Legrá”. Cine Cubano Nro. 160-161, pp 43-44.

González Abreu, Teresa. Historias de tres Lucía. Granma 17 Oct’68, p 2 (Comentario)

González Abreu, Teresa. Un hombre de éxito. Cine Cubano (118): 83-85; ’87.

González Abreu, Teresa. Solás habla del premio. JUVENTUD REBELDE 25 Jul’69, p 3 (Entrevista con el realizador).

Guevara, Alfredo. Revolución es lucidez. Ediciones ICAIC, La Habana ’98, p 42.

Guevara, Alfredo. El cine cubano: reseñador y protagonista. En “Tiempo de fundación”. Iberautor Promociones Culturales S. L., España, 2003, p 194

Guevara, Alfredo. “Cecilia. Defendiendo, ante la calumnia, su propia dignidad”. Tiempo de fundación, p 433.

Guevara, Alfredo. “Autoentrevista”. Cine Cubano 145, pp 77-79.

Gutiérrez Torres, Pedro. “Humberto Solás. La violencia de una emoción”. Cine Cubano 159, Año 2006, pp 79-83 (Entrevista con el realizador).

Henríque Ureña, Camila. Lucía. Cine Cubano (52-53): 3-7; ene-feb. 69 ilus (Análisis del personaje de la primera historia del filme)

Hierro Allen, Willy. Un día de noviembre. Verde Olivo (49): 58-59; 3 dic. ’78 (crítica)

Hierro, Willy. Cantanta de Chile. Verde Olivo 11 Abr ‘ 76, p 59 (Crítica)

Lezama Lima, José. Entrevistas con directores de largometraje. Revista Cine Cubano Nro. 23-24-25, pp 97-98

López Coll, Lucía. “Cine y compromiso. Humberto Solás: por un arte inconforme”. La Gaceta de Cuba, p 34.

López, Luis M. Noticias del cine. Bohemia 12: 22; mar ’63; p 96.

López Morales, Eduardo. Descubrimiento de Lucía. Cine Cubano (124): 42-49; ’89, fotos (Crítica)

López Oliva, Manuel. Cecilia, un filme eminentemente plástico. Cine Cubano (103): 123-132; ’82.

López Morales, Eduardo. Descubrimiento de Lucía. Cine Cubano (124): 42-49; ’89, fotos (Crítica)

Lucía, una mujer en tres espejos. Revista Cuba; Nov ’68, p 32 (Comentario).

Lucía 1932. Una entrevista de Informa Cultura a Eslinda Núñez. Boletín Informa Cultura 1 (3): 22- 29. Jun 15, ’70.

Manet, Eduardo. ¡Viva Manuela!. GRANMA. 2 (214): 7; Jueves, 4 de agos ’66, foto (Crítica)

Manuela. JUVENTUD REBELDE 27 Mar’74, p 4 (Comentario).

Marquez, Bernardo. Un día de noviembre. Periódico Trabajadores (135): 5; 28 nov. ’78 (Crítica)

Martín, Marcel. Manuela. Cine Cubano (39): 55-57; feb. ’67, ilus (Crítica)

Méndez Capote, René. Lucía. Cine Cubano (52-53): 8-12; ene-feb ’69 ilus (Análisis del personaje de la segunda historia)

Mestas, María del Carmen. Cecilia, un filme largamente esperado. Revista Muchacha 1 (8): 32-33; oct ’80.

Meyer, Roberto. Lucía: fustas cubanas. Cine Cubano (63-65): 156-157. ’70, ilus.

Mosquera, Gerardo. Cecilia: toma 1. Revista Mujeres 20 (10): 20-21; oct ’80 (Comenta la filmación y reproduce comentarios de los actores y realizador)

Morales, Pedro. Revelaciones sobre Lucía. GRANMA. 3 (164): 6; 3 de jul ’67 (Entrevista a Humberto Solás)

Padura, Leonardo; José Antonio Evora. Un difícil camino hacia el éxito. JUVENTUD REBELDE 16 Dic’86 (Crítica).

Pasalodos, Lourdes. Éxito con una esquina rota. Caimán Barbudo (232): 27; mar. ’87.

Pereira, Manuel. Mito y misterio de Cecilia. Cine Cubano (102): 96-109; ’82.

Pérez Betancourt, Rolando. Cantata de Chile. Granma 24 Mar’76, p 5 (Crítica).

Pérez Betancourt, Rolando. Un hombre de éxito. Granma 16 Feb’87, p 4 (Crítica).

Pérez Betancourt, Rolando. Un hombre de éxito. En Rollo crítico. Editorial Pablo de la Torriente Brau, La Habana, 1990, p 249.

Pérez Betancourt, Rolando. El siglo de las luces. Granma 3 Dic’92, p 6 (Crítica)

Pineda Barnet, Enrique. Lucía y la búsqueda de la descolonización. Bohemia (42): 100-103; oct 18 ’68. (Entrevista con el director)

Plasencia Hernández, Azucena Isabel. Cecilia. Bohemia (29): 20; 16 jul. ’82

Pogolotti, Graciela. Lucía, 196… Cine Cubano (52-53): 13 -17; ene-feb. ’69 (Análisis del personaje de la tercera historia).

Pollo, Roxana. El siglo de Humberto Solás. Granma 5 Sept ’90, p 5 (Declaraciones del director)

Pollo, Roxana. Esta es una película sin trucos. Granma 5 Dic’92, p 8 (Declaraciones del director)

Pollo, Roxana. Antes que termine el siglo. Granma 19 Mar’91, p 4 (Declaraciones del director)

Pollo, Roxana. El viacrucis del nuevo Esteban. Granma 9 May’91, p 4

Ortega, Gregorio. Conferencia de prensa en Moscú del director del ICAIC sobre cinematografía cubana. GRANMA 5 (171): 5; Sábado 19 jul. ’69 (Alfredo Guevara se refiere a la significación de las películas cubanas presentadas en el evento)

Rivero, Angel. Amada y Laura: mujeres de dos épocas. Revolución y Cultura (2): 50-53; feb ’84, ilus (Paralelo crítico entre los filmes Habanera y Amada)

Rivery, Joaquín. Gana la película Lucía primer premio en Festival de Cine de Moscú… GRANMA 5 (174): 4; Miércoles 23 de jul. ’69, fotos (Opinión del director y las actrices Raquel Revueltas y Eslinda Núñez)

Roberto, José. Un filme de archivo. Sobre la producción Un día de noviembre. El Caimán Barbudo Feb’79, p 22, 23 (Crítica).

Rodríguez Alemán, Mario. Manuela. Granma 15 Dic’66

Rodríguez Alemán, Mario. “Cecilia: algunas observaciones preliminares”. Periódico Trabajadores, La Habana, Lunes, 12 de julio de 1982.

Ruíz, Josefina. Manuela. Verde Olivo 14 Agost’66, p 19 (Crítica)

Ruíz, Josefina. Lucía. Verde Olivo 20 Oct’68, p 54 (Crítica).

Salado, Minerva. Habla Manuela. JUVENTUD REBELDE 5 Oct’66, p 5 (Declaraciones de la actriz Adela Legrá).

Sánchez, Jorge Luis. “Magaly Pompa: pintar sobre los rostros”. Cine Cubano Nro. 163, pp 62-70 (Entrevista con la responsable del maquillaje en varios filmes de Solás).

Santos Moray, Mercedes. Tiene la palabra Oscar Valdés. Revista Cine Cubano Nro. 123, pp 11-16.

Solás, Humberto. ¿Qué es Lucía?. Apuntes acerca del cine. Cine Cubano (52-53): 19-21; ene-feb ’69 ilus.

Solás, Humberto. “Reflexiones”. Cine Cubano 145, pp 72-76.

Solás, Humberto. “Acerca de Visconti”. Cine Cubano 147, pp 66-72.

Solás, Humberto. “Cine Pobre: antecedentes históricos y contemporaneidad”. Cine Cubano Nro. 164, Abril-Junio 2007, pp 14-20.

Solás, Humberto. “El nuevo cine durante los años sesenta. ¿Paradigma para el cine pobre?. Cine Cubano 168, pp 12-17.

Trujillo, Marisol. Dos estrenos en el XVII Aniversario del Cine cubano: Cantata de Chile; El sol no se puede tapar con un dedo. Revista Romance (474): 90-91; may ’76.

Un hombre de éxito. Cine Cubano (116): 69-74; ’80.

Uz, Enrique de la. Cecilia. Verde Olivo (29): 56; 22 jul. ’82.

Valdés, Oscar. Amada: la mujer víctima. Cine Cubano (110): 84-85; ’84

Valdés Pérez, Enrique. Amada. Bohemia 76 (32): 22; 10 ago ‘84

Valdés Pérez, Enrique. Cantata de Chile. Bohemia (14): 26; 2 abr ’76 (crítica)

Valdés Pérez, Enrique. Jacqueline Arenal. Siempre será actriz. Bohemia (13): 56-57; 29 mar. ’91 (Entrevista con la actriz).

Valenzuela, Lídice. Cantata de Chile. Primer Premio en el Festival de Cartagena, Colombia. Cuba Internacional (94): 29; 29 jul ’77.

Valper, E. Un día de noviembre. Bohemia (49): 29; 8 dic. ’78 (Crítica).

Valper, E. De nuevo Cecilia. Bohemia (30): 24-25 jul. ’82.

Vázquez, Omar. Lucía al VI Festival Internacional de Cine de Moscú. GRANMA 5 (141): 4; Sábado 14 de jun. ’69, fotos (Entrevista con Humberto Solás)

Vázquez, Omar. Tres premios para el cine cubano en Viña del Mar. GRANMA. 3 (65): 5; 9 de mar. ’67 (Sobre los premios de Manuela y la filmación de Lucía)

Vázquez, Omar. El ICAIC y los cien años de lucha. GRANMA. 4 (241): 2; Sábado 5 de oct ’68, foto (Información sobre la filmación).

Vega, Pastor. Conversando con Humberto Solás. Cine Cubano 140, p 54 (Entrevista). `