¿ESTAMOS PENSANDO LAS POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL USO CREATIVO DE INTERNET EN CUBA?
En estos días neoyorquinos, a Cuba la han estado pensando no solo en LASA. Por ejemplo, no había tenido tiempo de agradecer la invitación que me hiciera Julio César Guanche que me permitió participar el día 26 de mayo en el evento preparado por Cuba Posible con el título “Cuba y los desafíos actuales”.
Fue un evento interesante donde se escucharon muchísimas y diversas voces. Obviamente, esa diversidad de enfoques en modo alguno puede propiciar un acuerdo (cosa imposible de lograr, por suerte, cuando se trata de pensar los desafíos de toda una nación), pero sí puede ayudar a construir un escenario en el que sea posible el debate civilizado de nuestras diferencias.
Para ser honesto, en lo personal las intervenciones de los embajadores no me aportaron absolutamente nada. No es que no resulte de interés conocer qué piensan sobre Cuba hoy “los actores políticos globales”, pero en lo personal me interesa contribuir a fomentar la creatividad endógena. En una época tan globalizada como la nuestra, es posible que ello se vea como un sinsentido, pero a mi juicio hay un inmenso capital humano dentro de la isla, esperando oportunidades para crear.
A mí particularmente me interesaba el último panel (“La legitimidad de nuevos modelos: horizontalidad, jerarquías y cultura”), y en especial, la intervención de Milena Recio hablándonos de la blogosfera cubana y la penetración de Internet en Cuba se prestaba para un buen debate. Lamentablemente, el tiempo no permitió que se discutiera lo planteado, y sobre todo, que se pensaran en propuestas concretas que nos permitan pasar de la descripción del problema a la intervención práctica, que en definitiva lo importante siempre será eso: la creación de situaciones que impacten en la realidad.
Mi criterio es que, en sentido general, estamos conscientes de nuestros problemas, pero carecemos de la voluntad de pensar una posible política pública que estimule el uso creativo, ya no solamente de Internet, sino de todas las herramientas que nos brinda la revolución electrónica.
Esa carencia la sentí apenas unos minutos después, mientras participaba en la charla que Gustavo Arcos y Yaíma Pardo protagonizaron en el “Nuyorican Poets Café” con el título de “Cuba Online… But Where to?”. Ambos disertantes describieron el panorama que ahora mismo nos afecta como país, dibujaron ante nuestros ojos un mapa expandido que, lamentablemente, todavía no se reconoce en su gran complejidad, pero me hubiese gustado escuchar (lo mismo en el caso de Milena Recio) propuestas concretas que nos permita avanzar con miras a una política pública que fomente el uso creativo de Internet y todo lo que se vincula al mismo.
Es decir, yo creo que hay que seguir insistiendo en que el acceso a Internet, a estas alturas, es un derecho de los individuos, no un favor que el Estado nos concede. En tal sentido, necesitamos un Estado que controle su uso (como se hace en todos los países, incluyendo los Estados Unidos), pero que al mismo tiempo (y sobre todo) facilite su acceso.
Pero sin olvidar que ese acceso, por generalizado que sea, no nos garantizará como nación su uso creativo, sino en todo caso el mero consumo (por activo que este sea). Por tanto, lo que necesitamos pensar es la estrategia general. Es decir, pensar en esas políticas públicas, capaces de poner en jaque la triple insularidad que mantiene desconectados en Cuba a las áreas de educación, cultura y nuevas tecnologías.
Si no logramos vencer esa decimonónica tendencia que tiende a aislar hasta los territorios que colindan entre sí, importará poco que tengamos Wifi libre (como en Times Square): los ciudadanos serán cada vez más rehenes de los intereses de los que diseñan esas tecnologías, y se parecerán cada vez más al robot alegre del que hablaba Charles Wright Mills.
Juan Antonio García Borrero
Publicado el mayo 29, 2016 en BLOGOSFERA. Añade a favoritos el enlace permanente. 2 comentarios.
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